De niña, ella tenia los dientes que ella pensó se veía
horrible, e inicio un hábito de poner la mano sobre su boca cada
vez que ella sonreía o reía. Para alguien tan alegre y
amigable como lo es ella, eso significo mantener la mano cubriendo su
boca por much tiempo. En la cultura latina, algunas mujeres se cubren la boca
por costumbre, algunas lo aprenden hacer con gracia y elegantemente.
Aunque Karla pudo fácilmente haber aprendido a como cubrirse la
boca categóricamente con frescura, ella no quiso sentir la
necesidad de ocultar y ella no quiso tener dientes malos no importando
como se veían.
Conforme se acercaba su cumpleaños numero quince, su padre le pregunto
que era lo que ella prefría, trabajo dental y frenos o una
quinceañera. Esto pudo haber sido una decisión dificil para
muchas muchachas. La quinceañera es una celebración latina
en la cual se celebra la transformacíon de niña a mujercita al
complit quince años, empezando con un servicio en la iglesia para la
familia inmediate y los amigos más cercanos, sequido por una gran
fiesta para todos, la familia y los amigos de la quinceañiera. Esto
puede ser tan elaborado como una boda. Pero para Karla la decisíon
de hacerse trabajo dental y ponerse frenos fue fácil.
Todavía tenía los frenos cuando se graduó de la
preperatoria. En ese momento su padre se ofreció a pagarla la
educación universitaria. Pero viendo lo duro que trabajaban
el y su madre, y los problemas financieros que a menudo la familia
encaraba, ella dice que no quiso cargarlos aun más: que ella
iba a trabajar e iba ganar suficiente dinero para pagarse la universidad.
Su padre encogió los hombros y dijo, "Esta bien, pero cuando
empieces a trabajar sin una buena educación probablmente
nunca llegaras a la universidad."
Después de dos años trabajando en una industria empacadora
de helados y revisando inventarios, ella a menudo se pregunto si su padre
pudiera haber tiendo razón. En este tiempo, ella ya estaba casada
y tenía una hija, pero a pesar del trabajo tan pesado que ella
y su marido hacian, ellos pudieran haber sido capaces de pagar las gastos
universarios, pero era casi imposible trabajar, ir a la universidad y cuidar
de su hija. Esta situación la hizo darse cuenta que si ella no
tiena una profesión, sus hijos fácilmente pudieran estar
encarando la gran demanda de trabajos de bajo pago que ella y sus padres
estaban haciendo. Ella se encontró un trabajo como asistente de
dentista para un doctor que estaba a punto de retirarse, y aprendió
los básico de el en este trabajo. Esto no la satisfacía
por completo y ella decidió que iba a ir a la universidad no
importaba lo dificil que esto ser, y aunque tuviese que ir a clases
de medio tiempo y trabajabara medio tiempo por muchos años.
Ella dice que registarse en el programa dental del Colegio Técnico
Gateway fue una de las mehores cosas que le hand pasado, a pesar de las
dificultades implicadas. Parte de esto viene de ver como su esposa eran
tan alentador con su decisión y su esfuerzo. Durante este tiempo
ella empezó a trabajar medio tiempo como traductora para la
gente de habla hispana de área.
Por medio del Colegio Técnico Gateway, ella obtuva un trabajo de
medio tiempo en la Clinica de Salud para la Comunidad de Kenosha, donde ella
trabaja principalmente con la gente de habla hispana, combinado la
odontología con su habilidades como intermediaria
lingüística y cultural. Ella y su esposa vivían a
solo unas cuadras de la oficina del Doctor Fulmer, y pasaban por
ahí cuando iban al resturante Andys. Aunque elle no conocía
al Doctor Fulmer o su personal, ella a veces le decía a su esposa
que ella algún día iba a trabajar ahí. Mientras
tanto, ella revisaba los anuncios de empleo para asistentes dentales en
los periódicos locales. Ella encontró uno del Doctor
Fulmer para la oficina de Paddock Lake y fue ahí a aplicar para
el trabajo, sin asociar el edificio por el cual ella pasaba tan a menudo.
Durante el tiempo de probatoria, el Doctor Fulmer estaba
particularmente impresionado por el gran esfuerza que Karla
desempeñaba en su trabajo y por la habilidad que tenia en llavarse
tan bien con los pacientes. Primero la contrato por los dos días
de la semana que el estaba su oficina de Paddock Lake. En Febrero del 2003,
cuando el necesitaba una asistente en Kenosha, le ofreció a Karla
una posición de tiempo completo. No fue facíl
para ella dejar de trabajar en la Clinica de Salud, pero ahora se da
de cuenta que puede ayudar al Doctor Fulmer con sus clientes de habla
hispana, todavía realizando un servicio a la comunidad mientras
hace este trabajo. Su premonición de trabajar en al oficina por
la cual ella y su esposa pasaban cuando iban
al restaurante Andys se ha hecho realidad. Quizás el echo de que
el edificio perteneció a una familia de dentists por tres
generaciones golpeo sensiblemente en su subconsciente lo que es el
centro familiar. Ella planea tomar más cursos en Gateway para
calificar para ser higienista dental.
Karla nació en Monclava en el estado mexicano de Coahuila, y vino
a este pais con su familia a la edad de 11 años. A ella Kenosha
le parece un gran lugar en donde vivir y criar a sus hijos. Ella esta
muy orgullosa de so herencia Mexicana, desde el gran esfuerzo por la
ética del trabajo y disposición alegre que le
enseñaron sus padres hasta las interacconias, y celebraciones
de la iglesia y la comunidad. Ella continua aprendiendo de Doctor Fulmer,
como qualquierbuena asistente lo haría. Trabajando con la gente de
habla hispana, el Doctor Fulmer esta aprendiendo algo de español
de ella. Siendo bilingüe y bicultural ciertemente ayuda en maneras
obvias con esta porción de la clientela del Doctor Fulmer. Pero
estando dispuesta a ver las cosas desde múltíples puntos de
vista, como la gente bicultural lo hace a menudo, le ayuda a ella y al
Doctor Fulmer con los pacientes de todos razas.
..
Everyone's smile is different, and every smile is unique.
Karla Arzate's is prominent, unmistakable, and the kind that brings out
the smile in other people - even when they're not having the best of
days. Helping to give patients a smile they can be proud of and which
can boost their self-confidence is what makes Karla feel most satisfied
in her job. She likes talking to people and seeing how much dentistry
can contribute to their cheerfulness and sense of well-being. Getting
this job, however, did not come easily for her.
As a child, she had teeth which she thought looked terrible, and she
got into the habit of putting her hand over her mouth whenever she
smiled or laughed. For someone as jovial and friendly as she is, that
meant that she spent a lot of time covering her mouth. In Latin
culture, some ladies cover their mouths as a custom, and those who do
often learn how to do this gracefully and stylishly. Although Karla
could easily have learned how to make covering her mouth downright
cool looking, she didn't want to feel the need to hide, and she didn't
want to have bad teeth no matter how they looked.
As her fifteenth birthday approached, her father took her aside and
asked her which she would prefer, braces and other dental work or
a Quiceañera. This might have been a difficult decision for
many girls. La Quiceañera is a traditional Latin coming-of-age
celebration for girls, beginning with a church service for the immediate
family and closest friends, followed by a lavish party for everyone
among the girl's family and friends. These can sometimes be as
elaborate as weddings. But for Karla, the decision to go with the
dental work was easy.
She still had the braces on when she graduated from high school. At
this time her father offered to pay her college tuition. But seeing
how hard he and her mother had worked, and the financial difficulties
the family often faced, she said she didn't want to burden them further:
that she would go to work and earn enough money to put herself through
school. Her father shrugged and said, "Okay, but once you start working,
without a good education, you'll probably never get to college."
After two years of working in an ice cream packing plant and as an
inventory checker, she wondered if her father might not have been right.
By this time, she was married and had a daughter of her own, but despite
the hard work she and her husband did, they might have been able to
afford tuition, but it would be nearly impossible to work,
go to school, and take care of her daughter. This situation brought her
to realize, however, that if she didn't get into a profession, her
children could easily be stuck in the kind of highly demanding but
low-paying jobs she and her parents had found themselves doing. She
found herself a job as a dental assistant for a doctor who was about to
retire, and did learn some basics from him on this job. It wasn't enough
to satisfy her, however, and she decided she was going to school no matter
how difficult it might be, and even if it involved part time classes and
part time work over many years.
She says that enrolling in Gateway Technical
College's Dental Program was one of the best things that ever happened to
her, despite the difficulties involved. Part of this comes from seeing
how supportive her husband was of her decision and her efforts. At this
time she began part time work as a translator for Spanish speaking people
in the area.
Through Gateway, she got a part-time job at the Kenosha Community
Health Center Clinic, where she worked primarily with Spanish speakers,
thus combining dentistry with her abilities as a linguistic and cultural
intermediary. She and her husband lived several blocks from Dr. Fulmer's
office, and passed it whenever they went to Andy's Restaurant. Although
she had never met Dr. Fulmer or any of the staff, she sometimes said told
her husband that someday she would work there. In the meantime, she
started checking the ads for dental assistants in local newspapers. She
found one for Dr. Fulmer's Paddock Lake office and applied for a job there,
not associating it with the building she had passed so often. During
the probation period, Dr. Fulmer was particularly impressed by Karla's
hard work and ability to get along with patients. He hired her first for
the two days during the week when he's at his Paddock Lake office. In
February, 2003, when he needed a new assistant in Kenosha, he offered Karla
a full-time position. It wasn't easy for her to let go of her work at the
Community Clinic, but now she finds that she can help Dr. Fulmer with his
Spanish speaking patients, still performing a community service while at
this job. Her premonition about working in the office she and her husband
used to pass on the way to Andy's has come true. Perhaps the fact that the
building had belonged to one family of dentists for three generations
struck a responsive chord in her family-centered subconscious. She plans
to take further courses at Gateway to qualify her as a Hygienist.
Karla was born in Monclova in the Mexican State of Coahuila, and came
to this country with her family at the age of 11. She finds Kenosha a
great place to live and to bring up children. She's also proud of her
Mexican heritage, from the hard work ethic and cheerful disposition
passed on from her parents to the ever-changing interactions of her
extended family and the succession of festivals, ceremonies, and
celebrations of church and community. She continues to learn from Dr.
Fulmer, as any good assistant would. As she works with Spanish speaking
patients, Dr. Fulmer is also learning some Spanish from her. Being
bilingual and bicultural certainly helps in obvious ways with this
portion of Dr. Fulmer's clientele. But being able to see things from
multiple points of view, as bicultural people often do, helps her and
Dr. Fulmer with patients of all backgrounds.
Karla Arzate,
Dental Assistant
La sonrisa de todas las personas es diferente y única. La sonrise
de Karla Arzate es prominente, inconfundible, el tipo que hace
sonrír a otros personas - hastas cuando no han tenido un buen
día. Ayudando a los pacientes dar una sonrisa de la cual se
sientan orgullosos y les aumente su confianza en ellos mismos es lo
que hace a Karla sentirse tan satisfecha en su trabajo. A ella le
gusta habarle a la gente y ver cuanto la odontología les puede contribuir
a su alegría y la sentido de su bienestar. Haber obtenido este
trabajo no fue facícil para ella.